Aspectos de la situación actual de la economía del país y desafíos que enfrenta en el corto y mediano plazo fueron el tema central de la conferencia "Coyuntura y retos de la economía colombiana en 2023", ofrecida por el co-director del Banco de la República Mauricio Villamizar y organizada por la Facultad de Ciencias Sociales y Económicas de Univalle.
Villamizar enfatizó en que, si bien la pandemia – contrario a muchos pronósticos- trajo buenas noticias en términos de producción y crecimiento para la economía colombiana, la situación actual es difícil debido a la alta inflación y a una posible desaceleración económica en algunos sectores.
Sin embargo, el co-director del Banco de la República afirmó que ve una luz de esperanza para que se estabilice la inflación en el mediano plazo, es decir, hacia finales de 2024.
Durante su conferencia, Villamizar destacó la persistente inequidad en relación con el género y las características étnico raciales, así como las diferencia entre regiones y sectores productivos. El directivo del banco central señaló que la recuperación económica no ha sido equitativa en todas las regiones y sectores del país, lo que representa un gran reto para lograr una recuperación sostenible y justa.
El panorama actual de la economía internacional también representa riesgos, según el analista, que impactan en la economía colombiana, tales como la actual coyuntura de los mercados financieros en Estados Unidos y China, al igual que la guerra en Ucrania. “Estos factores generan una pérdida de apetito de riesgo por parte de los inversionistas y no residentes que traen sus fondos a Colombia, lo que tiene implicaciones directas en el mercado de bonos del tesoro, el mercado accionario y en la tasa de cambio”, advirtió.
Explicó que en estas situaciones, normalmente se sacrifican los flujos de capital, entonces se empieza a invertir menos en países emergentes y se buscan sitios más seguros.
La guerra en Europa impacta en las importaciones de combustibles como el petróleo y el gas; en el comercio de metales como el hierro; de maquinaria y equipo; de granos y materias primas para el sector agrícola.
Villamizar también mencionó la importancia de la consolidación fiscal en este momento de incertidumbre. “Para mantenerse en la incertidumbre y no caer en la inestabilidad, es necesario que las reformas que se están discutiendo en el Congreso sigan la regla fiscal o sean consistentes con el marco fiscal de mediano plazo”, recalcó. En este sentido, el co-director del Banco de la República destacó el trabajo del ministro de Hacienda, quien considera ha sido bastante explícito en su compromiso con la consolidación fiscal.
En cuanto a la inflación, Villamizar mencionó la situación actual de la carga financiera de los hogares colombianos y las medidas que desde la banca privada se están generando para afrontar el complejo panorama actual. “En los últimos tres años, la economía del país ha recibido más choques de los esperados y más persistentes, lo que ha llevado a una alta inflación. Sin embargo, se espera una convergencia hacia la meta de inflación en el mediano plazo”.
El co-director del Banco de la República también precisó la situación actual de la carga financiera de los hogares colombianos y las medidas que desde la banca privada se están generando para afrontar el complejo panorama actual.
“Para dar una idea, si se toman los factores de oferta, tanto domésticos como externos, actualmente representan más del 50% de la inflación total. Hay dos vehículos que empeoran el panorama: la expectativa de inflación y la indexación de precios, que hacen que toda la economía aumente los precios y no haya otros sectores que puedan ayudar o absorber ese choque, por lo tanto se empieza a entrar en el espacio de la política monetaria”, indicó Villamizar.
Por su parte, el componente de la inflación por demanda es el que se busca atacar directamente con la tasa de interés. Uno de los mayores riesgos a considerar es el paso de la tasa de cambio a la inflación. “Teniendo en cuenta el comportamiento de la tasa de cambio desde el año pasado, Colombia no se ha comportado de forma satisfactoria en términos cambiarios. Estamos depreciados cerca del 20% contra nuestros pares regionales, -Brasil, Chile y Perú- que también están siendo afectados por choques de Estados Unidos, y eso hace que todos los insumos y bienes importados sean más caros”.
Añadió que, así mismo, el sostenimiento por mucho tiempo de una alta tasa de cambio tiene efecto sobre la inflación, que tiene otro gran foco en los precios de los alimentos: “Colombia ha estado por arriba de nuestros pares económicos latinoamericanos. Hemos tenido inflaciones en alimentos diez puntos porcentuales por encima de ellos desde hace alrededor de dos años”.
Los precios de los alimentos también se afectan por la tasa de cambio, por ejemplo, por la importación de fertilizantes. De igual manera, la extensa temporada de lluvias genera un impacto en el sector agrícola.
Otro riesgo mencionado por el co-director del Banco de la República es el de la indexación. “La indexación de precios es un mecanismo de defensa común en países con una historia de inflación alta. Cuando los países tenían inflaciones de dos dígitos, como ocurrió en los años noventa, había una forma de protegerse frente a la pérdida de parte del valor adquisitivo. Ahora, e incluso en el 2021, gozamos de una inflación extremadamente baja, pero desafortunadamente la gente guarda el último dato de inflación del año y el aumento del salario mínimo para lo que empieza a transar en la economía del siguiente año. Esto se puede ver en los contratos de arrendamiento, útiles escolares, servicios de energía y seguros, entre otros”, manifestó Villamizar.
El experto señaló que aunque el Banco de la República suele ser más pesimista que el gobierno, parece que la inflación de alimentos llegó a su fin. “Sospechamos que llegó a su pico. Hemos visto un mes en el que bajó la inflación de alimentos, que estaba en 26% y ahora está en 24%.” Sin embargo, Villamizar también admite que desde hace un año se espera este descenso.
La producción económica del país en el 2021 y 2022 sorprendió gratamente. En enero de 2021, el Banco de la República pronosticó que la economía iba crecer el 4%, pero terminó alcanzando el 11%. El año pasado la historia se repitió; también se predijo un 4% y terminó creciendo al 7.5%. “Sobrepasamos las tendencias pre pandemia”, celebra Villamizar, aunque asegura que viene un año de crecimiento menor.
En el año 2021, Colombia estuvo en el top tres de la región en crecimiento y en el 2022 fue uno de los primeros países del área. Este año estamos ligeramente por debajo de la media. Hay una gran heterogeneidad en sectores y regiones: minería y construcción no son precisamente los rubros que sobrepasan estas tendencias, a diferencia de otros rubros como el consumo.
“La idea es crecer lo que más podamos por el mayor tiempo posible. Si forzamos crecimientos no sostenibles, esto puede actuar en detrimento de lo que se llama el producto potencial, de lo que podemos crecer en el futuro”, advierte Villamizar.
La economía del país se enfrenta a un momento histórico que representa un gran desafío para la academia y las instituciones públicas y privadas con miras a generar estrategias que le devuelvan la estabilidad macroeconómica al país, concluyó.
Por: Yizeth Bonilla Vélez
Profesional de la Dirección de Comunicaciones Universitarias.