En la Universidad el Valle es necesario transformar la enseñanza de las artes y las ciencias. Eso es lo que piensan un grupo profesores de la Facultad de Ciencias Naturales y Exactas y de la Facultad de Artes Integradas, por ello se dieron cita en un laboratorio de educación disruptiva, cuyo objetivo es transformar la enseñanza de las artes y las ciencias naturales. En el laboratorio estuvieron acompañados de María Acaso, profesora e investigadora de la Universidad Complutense de Madrid y una de las actuales líderes de la denominada “revolución educativa”. También contaron con la presencia de Jordi Ferreiro, artista y pedagogo del Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona. En el laboratorio también dialogaron sobre la rEDUvolution, fusión de los términos revolución y educación, se conoce también como educación disruptiva y busca implementar una transformación real de la educación por medio de cinco pasos que comprenden: aceptar que lo que enseñan los profesores no es lo que aprenden los estudiantes, cambiar las dinámicas de poder, habitar el aula, pasar del simulacro a la experiencia y dejar de evaluar para pasar a investigar.
De acuerdo con Heliana Árias, profesora del Departamento de Matemáticas y una de las asistentes al taller, en la Facultad de Ciencias Naturales y Exactas no se aplican todos los pasos clave, pero se está trabajando en ello: “Algunos profesores han intentado hacerlo, sobretodo en la parte de personalizar, que es el primer paso que la investigadora explica. Hemos intentado acercarnos a los estudiantes y alejarnos un poco de la situación ‘yo soy el maestro y ustedes son los estudiantes’ y debe haber una distancia. Estamos empezando a trabajar en eso pero es difícil, más por el discurso que nosotros tenemos que por lo que enseñamos”.
Áreas como biología, física y química, tienen la ventaja de contar con materias que les permiten a los docentes trabajar en los laboratorios y hacer que los estudiantes se acerquen al conocimiento a través de otro tipo de experiencias, situación que no es tan recurrente en el área de matemáticas. Sin embargo, Heliana Árias reconoce que, gracias al taller, se abrió “la posibilidad de hacer un grupo en la universidad con quienes uno pueda debatir este tipo de cosas y, a partir de la experiencia de cada docente, empezar a implementar nuevas estrategias de educación en el aula”.
Maritza López de la Roche, decana de la Facultad de Artes Integradas, reconoce la importancia de, poco a poco, aplicar los pasos clave de la “revolución educativa” propuesta por Acaso y Ferreiro. Además, agrega que los profesores de ambas facultades quedaron “muy entusiasmados con la idea” de trabajar en la innovación de los métodos de enseñanza, “lo cual implica cambiar la arquitectura, los muebles y la cabezas de los profesores”.
El objetivo de realizar este laboratorio-taller entre disciplinas tan aparentemente distintas como las artes y las ciencias, es pensar nuevos proyectos que integren diferentes áreas del conocimiento y que involucren la participación de estudiantes y profesores de ambas facultades, esto, dentro del Acuerdo 025 del Consejo Superior, nueva política curricular de la Universidad del Valle. “Hay proyectos en los que la gente se junta y eso es lo que hay que seguir fomentando, que los estudiantes de un área trabajen con los de la otra”, recalca López de la Roche.