La estudiante Natalia Bustos Ocampo será la representación de la Universidad del Valle en la Selección Colombia Femenina de Fútbol Sala.
El director técnico de la Selección Colombia Femenina de Futsal, Roberto Bruno, dio a conocer la lista de 18 jugadoras que harán parte de un ciclo de trabajo del equipo nacional y el nombre de Natalia Bustos, estudiante de noveno semestre de Licenciatura en Educación Física y de primer semestre en Medicina y Cirugía, se integró como uno de los talentos que representará con honores la bandera tricolor. La concentración del conjunto colombiano, se realizará del 16 al 25 de agosto en Bogotá.
En la competencia del deporte y la educación, Natalia emerge como un ejemplo de perseverancia en el mundo del Fútbol Sala Femenino. Con un camino marcado por la resiliencia y la disciplina, Natalia se ha convertido en un referente para la Universidad del Valle y las ligas deportivas del país.
Orígenes en el Fútbol Sala: más allá de los estereotipos
Para Natalia, el amor por el fútbol sala nace como un encuentro fortuito. Inicialmente practicante del patinaje, no se le permitía jugar al fútbol por ser considerado un deporte "para hombres". Sin embargo, como acompañante de su hermana mayor a los partidos, encontró la oportunidad para unirse al juego.
“Antes patinaba y lo hacía a nivel competitivo. Entonces, mi hermana mayor empezó a jugar fútbol y yo la acompañaba. Siempre faltaba una, no sé por qué. Entonces ahí empecé a jugar. Yo ni sabía si tenía talento o no, pero un día, como con 13 años, me vio Amparo Maldonado, la entrenadora más antigua y conocida por el mundo del fútbol sala, y le gustó mi juego” expresó Natalia Bustos.
Amparo Maldonado, conocida como una de las pioneras del fútbol femenino, hizo historia al ser parte del primer torneo organizado en el país, en 1971. Ahora, desde el Club Independiente de Cali, forma jugadoras con pasión y talento como Natalia, que se integró a este equipo, donde ha cosechado gran parte de sus triunfos.
Un camino de triunfos
El don de Natalia con la pelota no solo ha brillado en competencias a nivel nacional, sino que también ha dejado una huella que ha cruzado fronteras. En 2019, jugó en la Copa Libertadores en Brasil, donde Independiente alcanzó la final y logró el subcampeonato contra un equipo del país anfitrión . Su desempeño y tenacidad la convirtieron en un pilar del equipo que llevó la representación del país a lo más alto.
A pesar de su éxito en el fútbol sala, Natalia también exploró otros caminos deportivos a través de la Liga Águila de Fútbol. Sin embargo, su pasión por el fútbol sala prevaleció, debido a que, en su nueva faceta, no encontraba la misma gratificación personal. El esfuerzo requerido para continuar en el deporte no sería un obstáculo para Natalia, que conoce la forma de combinar su amor por el deporte con su educación.
El equilibrio entre la deportista y la estudiante
La administración del tiempo es una cuerda floja. El equilibrio entre los estudios y la práctica del deporte no es una tarea fácil para nadie, y Natalia no es la excepción. Como estudiante de dos carreras, ambas con una exigencia académica intensa, ha enfrentado el reto de dosificar su tiempo para lograr el éxito en las aulas y el campo de juego.
Gracias al sostén de su familia, sumado al apoyo brindado por la Universidad del Valle y su anterior institución, Natalia ha superado estos obstáculos y ha participado en torneos importantes sin dejar a un lado su educación.
“Estudié en mi carrera profesional en Deporte en la Escuela Nacional del Deporte y ahí me ayudaron mucho. Siempre tuve beca deportiva y académica porque también me iba muy bien en el estudio hasta que me gradué en el 2019. Después ingresé a la Universidad del Valle. Aunque entré por Indervalle, también me decían que no fue solo por eso, sino también por mi nivel académico.
Ahora estoy estudiando Licenciatura en Educación Física y también viendo materias de primer semestre de Medicina y Cirugía. Como ya no me quedaba tiempo para entrenar por ambas carreras, lo dejé de lado, pero fui a la pre - Libertadores con el permiso de la Universidad. Creo que ahí me vieron y me convocaron a la Selección Colombia”.
Una historia que inspira
La vida de Natalia Bustos Ocampo es un testimonio de perseverancia, disciplina y capacidad de soñar. Ella, a través de su experiencia, valora el reconocimiento logrado por el deporte femenino y, en especial, el fútbol. Sin embargo, apela a las instituciones a valorar en equidad las carreras profesionales de las mujeres en el deporte y a brindar mayor fortaleza a las instancias competitivas para ellas.
Natalia enfatiza también en la importancia de que todas las personas que anhelan una vida en el deporte aprovechen al máximo la oportunidad de estudiar y generen alternativas más allá de la corta vida activa de los deportistas competitivos.
“Es muy gratificante estudiar y hacer deporte al mismo tiempo, siempre y cuando te ayude la universidad en cuanto a los permisos y los pagos, porque alguien que entrena todo el día no tiene mucho tiempo para trabajar. Es importante tener una alternativa más. Uno no va a jugar toda la vida porque la vida como deportista es súper corta” explicó.
Natalia Bustos Ocampo personifica la dedicación y el ímpetu de las mujeres en el deporte. Su capacidad para derribar estereotipos de género y destacar hasta convertirse en parte de la Selección Colombia Femenina de Fútbol Sala la hacen un motivo de orgullo para nuestra institución. Desde la Universidad del Valle celebraremos sus triunfos como un recordatorio de que, con determinación y compromiso, se pueden alcanzar los mayores sueños.