La egresada de física de la Universidad del Valle, Isabel Guzmán Naranjo, fue aceptada en el programa de Maestría en Física de la Escuela Politécnica Federal de Zúrich (ETH) y becada bajo el Master Scholarship Programme (MSP) por la misma institución. En septiembre viajará a estudiar en la misma universidad donde Albert Einstein y 20 Premios Nobel más se han graduado.
En el 2015, Isabel conoció a un estudiante de física de los Andes que fue aceptado por la ETH y becado por el mismo programa para realizar su maestría. Hablaron sobre todos los requerimientos y en ese momento se dijo a sí misma “si él puede, yo también”. Así empezó a investigar sobre la universidad a la que aplicaría y a organizar todos los documentos que le pedían. La ETH es una universidad pública, pero los costos de vida en Suiza son realmente altos e Isabel sabía que debía también apuntar a una beca.
Hay claves, pero no camino asegurado para conseguir una beca, e Isabel se encontró con todas las complicaciones económicas que un interesado en estudiar posgrados puede hallar al aplicar en otro país. El camino recorrido fue realmente arduo.
La Escuela Politécnica de Zurich cuenta con dos programas de becas, el Excellence Scholarship & Opportunity Programme (ESOP) y el Master Scholarship Programme (MSP). Isabel tuvo éxito con el segundo.
Pero antes de este logro se dio cuenta de que el proceso para acceder a un posgrado tiene muchas complicaciones económicas: “A uno no le preparan para este proceso. A uno le dicen usted se va a graduar de la Universidad del Valle, la mejor universidad del suroccidente del país y con eso puede acceder una beca, tiene su futuro asegurado. Lo que no le dicen es que para poder aplicar a las becas se necesita dinero y bastante”.
Muchos estudiantes no tienen previstos los gastos económicos que se deben cubrir. Para empezar hay que apostillar todos los documentos, desde título, notas y traducciones oficiales, cada una con un valor de $30.00 más envío hasta Bogotá; los exámenes de inglés (TOELF) están ligados al valor del dólar y ahora su costo total está por encima de $600.000; costo de inscripción a la maestría; más los certificados de la Universidad; y sin olvidar el envío postal de los documentos.
Esto, referido a una sola aplicación, porque cuando se aplica a varias universidades de manera simultánea, el precio se multiplica. A Isabel le pedían enviar dos paquetes de documentos por correo postal, uno para aplicar a la maestría y otro a la beca, y por cuestiones de tiempo y precisión debió pagar el envío rápido hasta Suiza.
Isabel contó con la posibilidad que sus padres la apoyaron económicamente. Pero muchos estudiantes se gradúan y se enfrentan a una serie de choques de orden económico que generan una pausa de sus propósitos. Muchos deben respirar y empezar ahorrar para poder aplicar a las universidades de su interés. Las dificultades en el camino ocasionan que algunos estudiantes brillantes pierdan la oportunidad de irse a realizar un muy buen posgrado en el exterior, sumando la experiencia de estudiar en otro país.
“Si no hubiera tenido el dinero no hubiera aplicado y habría perdido esta gran oportunidad” reflexiona Isabel. Pero no se trata sólo de la formación económica sino también de la formación educativa para conocer una oferta más amplia de posgrados, para prepararse con tiempo. En la Universidad conocemos las universidades de mayor ranking, muchos gastan todos sus esfuerzos y dinero aplicando a universidades realmente competitivas sin lograrlo. Es necesario también crear una estrategia donde no solo se aplique a estas universidades, sino también a otras de alto nivel aunque su nombre no resuene tanto.
Superados los obstáculos económicos y tras hacer un envío transatlántico de un sueño en un sobre de manila, sigue el proceso de espera.
“Fue un sufrimiento terrible todo el proceso, desde el hecho que ni siquiera sabía si los documentos iban a alcanzar a llegar hasta la Universidad. Como eran tantos papeles mandé los dos sobres a cuatro días que se venciera el plazo de recepción, y justamente el envío se demoraba de tres a cuatro días en llegar. Me confirmaron que llegaron y luego el estrés que estén completos, que estén bien, porque son muchos papeles. Cuando quedé en la maestría me dije que si no ganaba la beca sería muy difícil, pero decidí que, dado el caso, me iba con Colfuturo y luego vería cómo haría para pagar”.
Isabel fue aceptada en la Universidad y empezó la espera para conocer las asignaciones de las becas. Los resultados para la beca ESOP salían el 15 de marzo. A Isabel no le llegó ningún correo ese día y escribió un correo preguntando. La respuesta fue un no. No había sido seleccionada. Pero todavía había posibilidades de ganarse la segunda beca que sería anunciada el primero de abril.
“Todos los días revisaba el correo. Llegó la noche del 30 de marzo y no había llegado nada. Me dije: no me la gané. Estaba segura que no me la había ganado, no me habían dado respuesta y me habían dicho que los resultados salían antes de esa fecha. Al otro día, un amigo me preguntó por la beca y al decirle que no me la había ganado siendo primero de abril, me hizo caer en la cuenta de que era 31 de marzo. Es en serio, de la ansiedad no lo había notado. Al medio día revisé y ahí estaba el correo. Fue una felicidad increíble. Es una oportunidad grande para seguirme formando, para cumplir mi sueño de ser una buena investigadora y poder contribuir a los avances de la ciencia y sobre todo para mis papás el alivio económico era enorme”. Ahora son los nervios por la exigencia académica el nuevo reto.
Mis papás siempre me han insistido mucho en el inglés y empecé a estudiar por mi cuenta desde el colegio. En la universidad hay la exigencia del idioma porque muchos de los libros de física están en inglés. Y para realizar el TOEFL me exigí aun más, así que hice el curso de TOEFL de la Universidad, de verdad, es un curso excelente. Después, como sabía que en la parte de speaking toca hablar sobre temas diversos en 45 segundos, colocaba el cronometro en mi celular y empezaba a hablar sola. Presenté el examen y saqué 115 de 120, ni yo me lo creía. Ese examen más que medir el nivel de inglés mide qué tan bien estás preparada para contestar el examen.
Isabel continúa todavía en una carrera maratónica. Ahora está en el proceso de sacar la Visa. Pero uno de los requerimientos es contar con un dinero o una beca por un valor determinado y su beca es por un poco menos. Razón por la que debe aplicar a Colfuturo para pedir el dinero que hace falta, aunque no lo utilice. Después de todo su recorrido podrá respirar, saber que todo lo aprendido la hará más fuerte y trazarse metas más altas.
La maestría dura de dos a tres años, cuando termine le gustaría hacer un doctorado en Europa y después regresar a trabajar en el país.
Isabel decidió estudiar su pregrado bajo la premisa de “entender las cosas”, inició con Química y luego se trasladó a Física como un camino para lograr aquello que buscaba consiguiendo un promedio de 4.78. Le interesaría direccionar su investigación hacia algo más práctico, una física aplicada y experimental. Ahora encuentra en sus estudios de posgrado la posibilidad de aprender y sobre todo buscar respuesta a cuestionamientos de su país.