El estudiante de Química de la Universidad del Valle Tulio Armando Lerma ganó el segundo lugar del Primer Concurso Internacional de NanoArte con la obra “Nanocosmos: creación de una nanoestrella”.
El “I Concurso Internacional de NanoArte - Ciencia al alcance de todos” se organizó como parte del congreso CONAMET/SAM, y permitió demostrar y recordar que ciencia y arte continúan de la mano en la creación de piezas nanométricas que se perciben visualmente como construcciones de expresiones artísticas.
A pesar de la estrecha relación que existe entre la ciencia y el arte, desde da Vinci como inventor y pintor (por mencionar algunos de sus quehaceres), podría pensarse de que ambas disciplinas son como el agua y el aceite, no se mezclan: uno tratando de acercarse de manera asintótica a la objetividad y el otro lleno de subjetividades para representar con sentidos y emociones una visión particular de algún aspecto de la vida.
En representación de la Universidad del Valle, miembros del Grupo de Investigación en Ciencias con Aplicaciones Tecnológicas (GI-CAT), participaron con cuatro obras tituladas: “Nanocosmos: Creación de una nanoestrella”, “Misticidad: Una imagen, varios mundos”, “El juicio de Anubis” y “Test de nanororscharch”.
En el congreso CONAMET-SAM se reúne a la comunidad americana de materiales para hablar sobre investigación, tecnología y aplicaciones de la Ciencia de Materiales en suramérica, a la vez que se presentan y discuten los últimos desarrollos e innovaciones. Para este año se proyectó la recepción de 800 trabajos aproximadamente, y la asistencia de más de 400 personas entre universitarios, gubernamentales, industriales y científicos, de más de 20 países de Europa y América.
Como parte de las novedades para el congreso de 2015, se presentó el Primer Concurso Internacional de NanoArte, que invitaba a estudiantes de pregrado, posgrado y a investigadores en general a participar con sus micrografías (imágenes obtenidas con diferentes tipos de microscopios electrónicos durante el desarrollo de sus investigaciones) inéditas en las que la experiencia de colaboración entre arte y ciencia se diera de forma directa.
El NanoArte se puede considerar como una disciplina en la que ciencia y arte realizan intercambios de forma natural y bidireccional, por sus propias características y el contexto en el que se produce.