Los eventos extremos por el cambio climático van a ser cada más recurrentes e intensos para Colombia. El deshielo de los nevados y fenómenos como vendavales en la Costa Atlántica, que generan volcamiento de cultivos, son nuevas amenazas que están surgiendo frente al cambio climático.
Colombia debe trabajar en reducir la vulnerabilidad y generar resiliencia social. Entre más pobreza, mayor vulnerabilidad habrá. Lograr un acuerdo de paz en el país va a ser fundamental para impulsar el desarrollo del campo pero con una mirada de desarrollo sustentable, es decir, reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero mediante un desarrollo más armónico con el cuidado de la naturaleza, con emisiones de bajo carbono, pero sobre todo, con justicia social, dice el profesor Yesid Carvajal Escobar de la Escuela de Ingeniería de los Recursos Naturales y del Ambiente de la Universidad del Valle.
Por su posición geográfica y sus condiciones socioeconómicas, Colombia es uno de los países que más sufre los efectos del cambio climático. Las fuertes sequías, inundaciones, deslizamientos y las heladas que se producen durante los Fenómenos de El Niño o La Niña, hacen que este sea uno de los países más vulnerables frente a los impactos de la variabilidad y el cambio climático.
Por eso, la firma del acuerdo COP21, que surge a partir de la cumbre del clima, en el que 195 países aprobaron un acuerdo, y se comprometen a trabajar en pro de gestionar la transición hacia economías bajas en carbono en sus agendas; es uno de los pasos más significativos que se han dado en los últimos 20 años para abordar la problemática del cambio climático.
Aunque Colombia no es un gran emisor de gases de efecto invernadero, como lo son China, Estados Unidos y los países del bloque europeo, sufre más los efectos del impacto del cambio climático. Al participar en la firma del acuerdo de COP21, el país debe fortalecer mecanismos de producción más limpia “para reducir el incremento de la emisión de gases de efecto invernadero”, señala el profesor Yesid Carvajal, doctor (Ph.D.) en Hidráulica y Medio Ambiente de la Universidad Politécnica de Valencia, España.
Entre los principales puntos del pacto de COP21, los países deben hacer su mejor esfuerzo para evitar que la temperatura del planeta aumente por encima de los 1,5 grados centígrados, aunque el límite establecido sea de dos grados centígrados; el acuerdo es jurídicamente vinculante para los países firmantes.
Se debe acordar la destinación de fondos de al menos US$100.000 millones anuales, que los países desarrollados proveerán a los más pobres en su lucha contra el cambio climático a partir del año 2020, y, por último, los países se comprometen a fijar cada cinco años sus objetivos nacionales para reducir la emisión de gases de efecto invernadero.
Aunque no se incluyeron sanciones para los países que incumplan con sus compromisos, sí los compromete a informar sobre sus emisiones y sus esfuerzos para reducirlas, a manera de incentivo para que cumplan.
Este es el primer acuerdo en el que tanto países desarrollados como en desarrollo se comprometen a gestionar la transición hacia una economía baja en carbono.
“Para muchos científicos, lo acordado no contribuye del todo a solucionar la gravedad del asunto. Estos acuerdos, de tipo político, se han demorado, la velocidad con la que están ocurriendo los cambios no se corresponde con la velocidad que se están logrando los acuerdos. Esto tiene mucho que ver con el modelo de desarrollo desigual que existe a nivel planetario, donde unos pocos países tienen grandes emisiones de gases que aumentan el efecto invernadero, y están afectando económicamente al resto de la comunidad mundial”, señala el profesor Carvajal Escobar.
¿Qué debe hacer Colombia?
El país debe mejorar su resiliencia, es decir, su capacidad de recuperarse ante una perturbación, y mejorar su infraestructura para afrontar eventos climáticos adversos.
“Se debe garantizar la conservación y preservación de la naturaleza, como fuente de sumidero de gases de efecto invernadero. Colombia también debe proteger los páramos (uno de los ecosistemas más vulnerables) porque de ahí surgen las fuentes hídricas para abastecer buena parte de la población. A pesar de tener una preciada biodiversidad y disponibilidad hídrica, es cierto que tenemos grandes conflictos ambientales que debemos resolver, conciliando en la búsqueda de un desarrollo sustentable, para generar una mayor resiliencia frente a los fuertes impactos del cambio climático en los próximos años”, añade.
Como parte de los acuerdos de la cumbre del clima de París COP21, Colombia firmó un memorando de entendimiento para lograr financiación sostenible y una mejor gestión del Sistema de Parques Nacionales, y se compromete a crear y consolidar 3,5 millones de nuevas hectáreas que contribuyan a conservar la biodiversidad, los servicios ecosistémicos y promover la consolidación del Sistema Nacional de Áreas Protegidas.
El memorando fue firmado por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible; Parques Nacionales Naturales de Colombia (PNN); la Fundación Gordon y Betty Moore, el WWF, el Fondo para la Biodiversidad y Áreas Protegidas, Wildlife Conservation Society (WCS) y Conservación International (CI).