El nuevo rector de la Universidad del Valle ( 2015 - 2019 ), el filósofo Edgar Varela Barrios, concedió esta entrevista en la sede de La Palabra en cual habla de los principales ejes de su gestión y las propuestas que adelantará en los próximos cuatro años. Sobre qué hacer para recuperar el liderazgo
Por: Darío Henao Restrepo
Director Periódico La Palabra
Darío Henao: Tú eres un hijo de la universidad pública, de origen popular, como lo dices en tu programa para ser rector. ¿Quién fue ese joven que entró a la Universidad
del Valle a inicios de los años 70? ¿Qué ha sido de tu carrera hasta llegar aquí?
Edgar Varela: Yo soy tulueño, parte de mi familia es tolimense, emigró en los años 50 del siglo pasado por la violencia: de Guatemala a Guatepeor, de las llanuras del Tolima a Tuluá. Por el lado Varela soy hijo de un trabajador que toda su vida tuvo un taller de montar llantas, hasta que ya de viejito no pudo seguir; y de una familia que tiene muchas raíces en el Centro y Norte del Valle del Cauca; mi abuelo era de Zarzal, en Buga están las raíces familiares antiguas de la familia Varela, a la que pertenezco, no soy de los otros Varela que tienen plata, esa parte no me tocó a mí.
Yo realmente soy un hijo de la Facultad de Humanidades, estudié filosofía, porque fue una vocación, puede ser muy parecida a la tuya con la literatura, muy temprana, desde los trece o catorce años leía filósofos, mucho antes de ingresar a la Universidad del Valle. Tuve en el colegio un profesor de filosofía excelente que lo recuerdo aún, José Manuel Ospino, un costeño que me enseñó a amar la filosofía, así que cuando salí del colegio tenía muy claro lo que deseaba estudiar: el campo de la filosofía moral y política, todo el tema del estado, las relaciones de gobierno, el poder, porque además durante una buena parte de mi juventud éramos muchachos activistas de izquierda, en mi caso, de la JUPA, (Juventud Patriótica) y participamos desde los colegios en el movimiento estudiantil del 71 en pos de las reivindicaciones de la educación, ese activismo lo tuvimos también en la universidad en la década de los 70, pero era un activismo que no sé si exista hoy porque no tengo el conocimiento, con detalle, de cómo son los muchachos que hacen activismo político ahora.
"Soy un hijo de la Facultad de Humanidades, de la
gestión humanista, de las políticas públicas y espero
que esto se vea reflejado en la manera cómo voy a
orientar a la Universidad del Valle”
En nuestro tiempo era combinado con el estudio, éramos activistas eruditos, por así decirlo, recuerdo con Edgard Collazos, que lo tengo aquí a mi lado, que con otros compañeros estudiábamos en la piscina a Heidegger y Lacan, a los griegos, éramos muy estudiosos. Después vine a descubrir que eso era un método nuevo que practicábamos hacía más de 40 años, la educación flexible que se centra en el estudiante, el auto-aprendizaje, nosotros hacíamos todo eso y teníamos un esquema en Filosofía donde solo se tenía una clase diaria, una muy baja escolaridad y mucho tiempo para el auto-aprendizaje, como se debe aprender la filosofía, eso marcó mi formación. Nunca he abandonado la filosofía, he seguido los temas de filosofía política, moral y otros como la literatura, e incluso lo hice después cuando me vinculé a la Facultad de Administración, tratando de articular la reflexión conceptual que tiene la filosofía con problemas de las organizaciones, de las políticas y del management, incluso acabo de terminar un libro que lo pude terminar por lo menos en un primer borrador, dos semanas antes de mi posesión, porque ahora no tendré tiempo ni de mirarlo, sobre poder y management desde una perspectiva filosófica y sociológica.
La Facultad de Humanidades fue muy importante para mí; luego hice una maestría en Historia Andina, una experiencia muy bonita, fui de la última generación con participación internacional, profesores y estudiantes de varios países, me acuerdo de la brasileña Simone Accorsi que está desde esa época como profesora de portugués, literatura y cultura brasileña en la Escuela de Literatura y de muchos que no recuerdo ahora sus nombres, entre los cuales dos indígenas y un canadiense. Esa fue una apuesta hecha por Germán Colmenares, en ese entonces ya Germán había muerto, pero él hizo las dos primeras cohortes; yo hice la tercera con grandes docentes como Margarita Garrido, Margarita Pacheco y Pacho Zuluaga, junto a profesores internacionales invitados; me interesaba mucho complementar mi formación filosófica con una perspectiva histórica, la idea un poco hegeliana de filosofía e historia, me imagino ahora viéndolo retrospectivamente. No fui profesor de la Facultad de Humanidades, aunque dicté algunos cursos al final de la década de los 80, sino que me vincule muy rápido, a principio de la década de los 90, a la Facultad de Administración, a enseñar administración pública, ahí reemplacé al doctor Jaime Galarza Sanclemente cuando fue nombrado rector, en las cátedras que él dictaba y más o menos en el área de conocimiento que él tenía y desde esa época enseño administración pública. Obviamente lo hacía desde mi formación como filósofo y siguiendo la literatura administrativa, pero en los noventa me fui metiendo en los temas de la organización y de la gestión. Esto lo subrayo porque considero que uno no puede estar en una facultad sin saber los temas de la facultad, cosa que ocurre en Univalle, personas que están en áreas del conocimiento pero no se dedican a estudiar las áreas del conocimiento, porque tienen una visión de especialización o hiper-especialización. Por eso digo, soy un hijo de la Facultad de Humanidades, de la gestión humanista, de las políticas públicas y espero que esto se vea reflejado en la manera cómo voy a orientar a la Universidad del Valle.
D.H: Tu dimensión de intelectual público, enhorabuena para esta universidad, que ha tenido en otras épocas rectores de perfil humanista como Mario Carvajal, Álvaro Escobar o Jaime Galarza, ¿Cómo la vez para estos tiempos? ¿Qué hacer para que la universidad dialogue más con el mundo nacional e internacional, y por supuesto con su entorno local y regional?
E.V: He sido de los pocos profesores, no somos muchos, que ha mantenido una vocería y una interlocución con los problemas de la sociedad en los campos que trabajo, hay otros que lo hacen, pero no es la tendencia general ni es el patrón dominante en la universidad. La universidad la percibo muy lejana de los asuntos públicos, les doy un ejemplo sencillo y simple, no es comparable lo que en Univalle se ha hecho en discusiones y foros sobre el proceso de paz con lo que ha hecho la Universidad Libre, la Santiago de Cali y otras instituciones de la región. Rectores como Libardo Orejuela, un amigo e intelectual al que estimo mucho, actualmente rector de la Universidad Libre, viene liderando un debate público y ha convertido la universidad en un escenario de discusión de lo que sucede en La Habana, igual ocurre en menor grado en la Santiago e incluso en las universidades privadas cercanas como la Javeriana y el ICESI. Sé que en el Instituto de Educación y Pedagogía hay un grupo de politólogos que ha hecho trabajo y tarea importante, pero la Universidad como un todo, bajo el liderazgo de la rectoría y de sus órganos de gobierno no ha tenido el peso suficiente para participar en el debate y las acciones para socializar el proceso y construir alternativas en lo que será el post-conflicto. La Universidad Nacional es un buen referente para nosotros. Así, pues, espero que muy pronto construyamos una agenda en donde la Cátedra por la paz, que incluso los estudiantes la han pactado y se supone y debe ser reactivada, juegue un rol determinante, que los medios de comunicación incluyendo La Palabra, el canal de la universidad, la emisora, ayuden a propiciar esos escenarios de debates y divulgación.
Espero mantener mi presencia como intelectual que opina y quiero promover que otros lo hagan, que eso sea una política, donde interactuemos con los distintos sectores, con la opinión pública. La voz de la universidad es muy importante para la sociedad, tenemos expertos e investigadores en los diferentes campos del saber que pueden ayudar a orientar en la solución de muchos problemas del país y la región. La periodista, Alda Mera, de El País, que me hizo un reportaje reciente, me decía, ¿cómo hago para que los profesores de Univalle no me cuelguen el teléfono y me contesten y den sus puntos de vista y opiniones? Por eso, me decía, sólo hay opiniones de la gente del ICESI, de la Javeriana, porque ellos son los que sí opinan, los profesores de Univalle no les gusta dar opiniones. Hay una cultura encerrarse dentro de la propia universidad, que he llamado autismo institucional, hay desconfianza, la gente siente que si le dice algo a un medio se arriesga y que es mejor resguardarse. Esa es una actitud que no es sana, a mí me parece que lo importante es que una universidad que tiene tanto capital humano, intelectual, científico, cultural, exprese sus puntos de vista ante la sociedad a la cual se debe, que influya en los asuntos públicos, no en el sentido partidista, sino en el de promover puntos de vista que la universidad ha construido. Siempre los filósofos, desde el kantismo, han hablado de la función crítica, en el sentido del análisis, con la distancia e independencia que debe tener el mundo académico respecto de la sociedad, con esa herramienta que nos otorga la autonomía universitaria consagrada en la ley colombiana.
"Espero mantener mi presencia como intelectual que
opina y quiero promover que otros lo hagan”
D.H: Una joven del Taller La Palabra, en el pasado Consejo de redacción sugería, pregúntele al rector ¿qué le ofrece al estudiantado? ¿Cuál es el norte que les propones a los estudiantes durante esta gestión?
E.V: Diría varias cosas. Primero, mejorar la calidad de la formación, he visto los exámenes saber Pro, antes ECAES y la curva de desempeño de la Universidad del Valle es descendente en los últimos 10 años, hoy podemos apreciar que de estar en los primeros lugares estamos en la mitad de la tabla, en algunos casos todavía estamos en los primeros lugares, pero no somos lo primeros en todo, entonces en algunos caso ha habido una caída en el desempeño y la calidad formativa y yo creo que la universidad que recibe los dineros del estado, que no son pocos, para ser una universidad pública que forma estudiantes, la mayor parte de ellos de los estratos 1, 2 y 3, deber tener como meta siempre la alta calidad de la formación impartida.
En segundo lugar, se hace necesario mejorar el bienestar, aunque tenemos un buen bienestar y nos preciamos de ello, creo que el bienestar integralmente hablado resulta insuficiente. Doy ejemplos. Nosotros necesitamos, lo voy a hacer en mi gestión, tener programas similares al de las tablets que les regala el estado a los estudiantes de la primaria y secundaria, pienso que en la educación superior, los alumnos de los estrato cero, uno y dos pueden recibir recursos educativos por parte del Estado o de la universidad. Ya hubo un experimento liderado por Luis Carlos Castillo, hoy secretario general. Cuando era jefe de planeación, tuvo una experiencia buena, que no lo ampliamos, y consistía en disponer de tabletas y computadores portátiles en la biblioteca para prestárselos a los estudiantes, si ahora lo pensamos mejor, el programa será más eficiente, la tablets la reciben en enero y la devuelven en junio y resolvemos el problema de que nuestros estudiantes tengan acceso a la tecnología virtual para sus trabajos e investigaciones, incluso facilitar que los puedan guardar acá en la universidad y no exponerlos a que se los roben en los buses. Cosas como esas tienen que ayudar a los muchachos para que haya un proceso mayor de aprendizaje.
En tercer lugar, siento un déficit muy grande de ambientes de aprendizaje, los muchachos leen en las cafeterías o tratan de leer en la biblioteca donde no se pueden hacer grupos de trabajo, porque el silencio es la clave, por tanto, hay que construir salas y lugares donde ellos se dediquen a leer, a trabajar, es decir ofrecerles unas locaciones más integrales. Por ejemplo la conectividad WiFi plena de los campus en todas las sedes. En Cali funciona más o menos, toca mejorar, pero en las sedes regionales es lamentable el ancho de banda, acceso a internet es lamentable, absolutamente limitado. El bienestar no solamente debe ser entendido como subsidios, alimentación escolar, servicio médico, acompañamientos académicos, consejería, oferta cultural, recreación, sino también en aspectos como el deporte. La universidad decayó en lo deportivo, ya no hay competencias, no hay campeonatos en la universidad, esa emulación tan bella que uno de muchacho tiene del gran partido de una universidad contra otra, se ha perdido. Eso lo vamos a recuperar. Existe el proyecto de construir un Estadio de fútbol, como vi en la Universidad del Magdalena, para 4 o 5 mil personas, con recursos externos, buscando la cofinanciación de entes públicos como la alcaldía, la gobernación, el Ministerio de Cultura, Coldeportes, incluso con patrocinio del sector empresarial que tienen que ver con los deportes. Esto, entre muchas acciones necesarias, contribuiría a recuperar el campus de Meléndez.
"Siento un déficit muy grande de ambientes de
aprendizaje para los estudiantes (...) hay que construir
salas y lugares donde ellos se dediquen a leer, a
trabajar, es decir ofrecerles unas locaciones más integrales”
Los estudiantes quieren mejorar los ambientes de aprendizaje, pasar su vida universitaria en un buen ambiente y eso también pasa por la recuperación de los campus; el campus de Meléndez es un campus muy deteriorado, yo trabajaba hasta hace una semana en San Fernando y ahora que estoy en Meléndez con sorpresa noto el deterioro, el desaseo, los grafitis, los edificios decaídos. Por eso he dicho que no quiero inversiones gigantescas en nuevos edificios, sino primero recuperar el campus y terminar el edificio de la FAI (Facultad de Artes Integradas), que son las prioridades que debemos tener, porque no tiene sentido que estemos haciendo nuevos edificios cuando estamos ante un campus deteriorado que pide urgente intervención.
D.H: ¿Qué piensas del tema de la democracia en la universidad?
E.V: En estos días lo hablé con líderes estudiantiles. Pienso que más allá de la consigna de la elección directa del rector, el estudiante está sub-representado, hay un estudiante en cada Consejo de Facultad, en una resolución reciente quedó optativo que fueran miembros de los comités de programa, me parece absurdo que se haya llegado a excluir a los estudiantes para dejarlos sólo optativos, incluso podrían buscarse esquemas en los que haya una pluralidad de la participación de los estudiantes no solo un delegado, hay ámbitos del bienestar, de las políticas de ciencia y tecnología, en donde los estudiantes no están, la universidad la gobiernan los profesores, la participación de los estudiantes en las decisiones de talante universitario es muy limitada. Ellos plantean la elección directa del rector como si ese fuera el único problema de la participación, supongamos que lo eligieran y después, ¿cuál sería el peso y la participación si se habla de democracia participativa? Este es un tema que tenemos que revisar a fondo. Albert Hirschman, un teórico norteamericano ha hablado mucho de este asunto, de darle voz a las sociedades, a las comunidades, en el caso de la universidad, creo que hay que darle bastante voz a los estudiantes, porque incluso entre más voz tengan, más participación, habrán menos conflictos desbordados en el alterar el orden público, y así la universidad sería más productiva, más creativa, algo que redunda en beneficio de los propios estudiantes.
D.H: Destacaste mucho en tu propuesta a las sedes regionales, la idea de Univalle como una gran universidad regional, ¿qué propuestas tienes para que realmente avancemos hacia gran universidad regional?
E.V: En efecto, tenemos dos universidades, una en Cali en los campus de Meléndez y San Fernando y la otra en las nueve sedes regionales: esa brecha hay que cerrarla. Las sedes no tienen planta docente propia, los profesores que dan clases son de una vocación increíble, les pagan la tercera parte de lo que un profesor se gana en Cali y hacen un gran trabajo, son muy comprometidos, pero no tienen el suficiente apoyo institucional, ni recursos, ni política, digamos para darles la capacidad de gobernarse a sí mismo. Debemos concebir un sistema de universidades que se consolide de aquí a 15 ó 20 años. Iniciar desde ya el proceso, para que la sede Palmira, sea como la sede de la Universidad Nacional, que no es una sede de cuarta categoría sino una sede donde hay doctorados al nivel de la de Bogotá, como sucede con la Universidad Nacional de Medellín, de un nivel de excelencia en la mayoría de sus programas que nada tienen que envidiarle a la Nacional de Bogotá. Las sedes nuestras todavía son satélites y yo creo que hay que hacer una apuesta muy grande para que tengan planta docente, para que tengan investigación, no debemos hacer el camino vegetativo de esperar a que haya investigación dentro de diez o quince años sino de localizar y relocalizar centros y nodos en ellas; por ejemplo, el campus Carvajal puede albergar institutos de investigación, laboratorios, está a 30 kilómetros de aquí de Cali, ¿por qué tenemos que construirlo todo en el campus de Meléndez y llenar lo de edificios? Tendríamos muchas ventajas y así con las otras sedes en la cuales existen variadas posibilidades y podemos trabajar con las alcaldías, el gobierno nacional, entidades internacionales y el sector empresarial. El doctor Alfredo Carvajal me contaba de una experiencia exitosa como la UCLA, la Universidad de California, como otras en todo el mundo, que son referentes para que construyamos un modelo propio de universidad regional.
"Hay que darle bastante voz a los estudiantes, porque
incluso entre más voz tengan, más participación,
habrán menos conflictos desbordados en el alterar
el orden público”
D.H: En los inmediato vendrán muchos cambios, ¿cuáles serán?
Vamos a hacer cambios que no son cuantiosos en recursos pero sí con un gran impacto en regionalización. Espero que en enero de 2017 regionalización sea otra. Creo que en un año se pueden hacer cosas sustanciales porque hay un acumulado muy grande y en el fondo lo que hubo fueron decisiones represadas.
Hay que darle un gran revolcón a regionalización, no he nombrado a nadie ni he desnombrado a nadie porque estoy evaluando cómo hacerlo, tengo ya más o menos claridad, estoy discutiendo con mi equipo directivo, con el director actual, el profesor Adolfo Álvarez. En enero voy a decidir algunos temas que son de la competencia de la rectoría y proponer otros que son de la competencia del Consejo Académico y Superior para que avancemos en la transformación de regionalización. Luis Carlos Castillo y yo, cuando él era Director de Planeación y yo Vicerrector Administrativo, construimos y le presentamos al rector anterior y al Consejo Superior, una propuesta de modificación del estatuto general para darle más autonomía a las sedes regionales, ahí están consignadas muchas de las ideas que ahora vamos a implementar. En los últimos años la universidad se mantuvo en una indefinición que solo se resolvió tardíamente con una buena decisión del anterior rector, la de promover la planta de cargos, y eso fue un primer paso en la dirección correcta, pero la universidad perdió cuatro o cinco años en tomar decisiones sobre regionalización. Así que yo creo que el proceso está bastante maduro, digamos, hay más claridad, sabemos cómo hacerlo, y voy a liderar eso.
D.H: Recibiste la dirección de la universidad en medio de la crisis del hospital universitario. ¿Cuáles van a ser las estrategias para que el HUV siga siendo el gran hospital público de la región y un hospital universitario?
E.V: Ya he asistido el martes en la mañana a una junta, el miércoles voy a otra, vi muy receptiva a la Junta con el discurso que desde la Universidad del Valle hemos elaborado, hubo consenso en la junta de rechazar la Ley 550 de intervención, no porque no pueda ser una opción en alguna entidad, de hecho funciona bien en muchas, sino que no es una opción adecuada para Univalle. Quiero resaltar algo que he explicado, la Ley 550 no solo blinda para que los acreedores no embarguen, sino que hace que los acreedores cogobiernen, eso en el H.U.V. es absolutamente inviable. Que se pueda lograr un esquema en que los acreedores de distinto tipo entren a hacer una junta de gobierno para garantizar que los ingresos permitan los pagos, afecta severamente la gobernabilidad, la propia lógica que tiene el H.U.V. Segundo, hemos hecho un trabajo muy interesante, en la semana y media que llevo como rector, con el apoyo muy estrecho de Luis Carlos Castillo y de algunos profesores y decanos, para hacer una mesa edificada entre estudiantes que han liderado todo el movimiento, el Consejo Académico, la dirección de la universidad y la administración del H.U.V, incluyendo al doctor Corchuelo. Hemos hecho ya dos talleres, uno hace ocho días, otro el fin de semana pasado, habrá otro el viernes, en donde todos los diagnósticos y alternativas que tiene la dirección del hospital, los expertos de la universidad han convocado a varios de mi facultad, de salud y otras áreas, más todo el activismo y las cosas que han propuesto los estudiantes que son formidables, me he sorprendido gratamente conversando con ellos, del nivel que tienen, de la capacidad de empoderarse de los temas, incluso en temas de carácter técnico, y se los dije, me enorgullezco de oírlos porque nosotros somos profesores y ustedes son alumnos y me parece muy bueno que los alumnos no solo tengan activismo sino que tengan ideas de cómo resolver los problemas, doy ejemplos: estudiantes de Ingeniería de alimentos están viendo cómo se mejora el restaurante del H.U.V. Y los temas de calidad en la comida que le dan a los pacientes es un tema específico. Estudiantes de Ingeniería de sistemas, conjuntamente con la Facultad de ingenierías, están evaluando cómo funcionan las facturaciones y los pagos, que es uno de los grandes problemas que tiene el H.U.V. desde el conocimiento experto nuestro. Gente de mi facultad que trabaja contaduría, la contabilidad, la auditoría, las cuentas, el registro presupuestal, etc. Todos estos temas técnicos del manejo de los recursos desde los profesores de mi facultad y desde los estudiantes activistas y líderes para encontrar soluciones competentes. Hemos dicho que la universidad con base en todos estos trabajos y la experticia de mucha gente, va a afinar un plan de salvamento que le brinde líneas estratégicas al H.U.V., empezando por, a qué se debe dedicar, porque ya no tiene el monopolio que tenía hace cuarenta años. Si ustedes miran, aquí está la clínica Valle del Lili que es enorme, de primer nivel, cuarta o quinta en América Latina según un ranking; Imbanaco acaba de inaugurar una torre y eso ya es un sistema complejísimo, comparable a la clínica Valle del Lili; son dos grandes gigantes en términos de IPS’s, está la Clínica Amiga, la Clínica Farallones, puedo citar diez más. La oferta de salud ya no depende del H.U.V. y puede ocurrir que si no lo defendemos lo puedan suprimir, porque el mercado da para atender los requerimientos. Entonces la situación del hospital no es la misma de hace quince, veinte o veinticinco años, es una situación más crítica porque puede ser prescindible si la universidad no lo defiende, si la sociedad valle caucana no lo reconoce como un espacio legítimo. Debe ser recuperado como un lugar de alta complejidad.
EL H.U.V. se congestionó los últimos años atendiendo los niveles que llamamos I y II, los niveles más básicos de atención porque hubo deficiencias de las alcaldías, no solo la de Cali sino las de muchos municipios. Me contaba el doctor Corchuelo que aquí llegaban pacientes de Nariño, de Putumayo, de Caldas, o sea, es el hospital de guerra de todo el Suroccidente colombiano, eso es absurdo, y eso nada tiene que ver ni con el modelo de la Ley 100 que es un modelo que genera niveles, que genera escalas y territorialidades, ahí hay una patología. Eso tiene que ser modificado y es un tema que hace unos días se ha hablado con la electa gobernadora, Dilian Francisca, y lo hemos hablado también con funcionarios del Ministerio de Salud y de la Alcaldía de Cali. Así que tenemos un plan de salvamento que está en construcción muy de la mano con la dirección del H.U.V. y con el empoderamiento de la universidad en sus conocimientos, mucha gente está involucrada en ese asunto. Una parte muy importante de los directivos del hospital son profesores nuestros, dos de ellos: el director académico y el director científico fueron recién asignados por el doctor Corchuelo, y en ese sentido, lo que no se había hecho, que la universidad se metiera a fondo a trabajar en cómo resolver el margen de gobernabilidad de gestión y de política que tiene dirigir el H.U.V. se hará ahora. Hay un margen de no gobernabilidad, el que te paguen o no te paguen no depende de nosotros, aun cuando se deben hacer gestiones porque es un problema de carácter más estructural. Yo confío en que este trabajo dé frutos, y que al final de este año, o sea, en este mes, tengamos más claro qué es lo que el H.U.V. debe hacer, qué ajustes debe tener la entidad, porque no se trata simplemente de que reciba más plata y se vayan pagando las deudas y el sector organizacional siga igual, hay que identificar cuáles son las patologías, qué se puede mejorar, cuáles son sus prioridades, lo haremos con base en el convenio entre Univalle y el hospital que creo, es un convenio muy bueno, que ha resistido el paso del tiempo, para que podamos mantener al hospital funcionando y volverlo de nuevo un centro de investigación científica de alto nivel. Para que sea universitario tiene que haber investigación y formación. Si miramos bien, en la clínica Valle del Lili no investigan, atienden pacientes, ahora hicieron un convenio con Icesi y están empezando a hacerlo, pero el H.U.V. lleva cincuenta años o más haciendo lo mismo y es una institución de formación, o sea, si los estudiantes de pregrado y de las especialidades y de las residencias de distintos campos aprenden, entonces esto no se puede perder, el hospital tiene que ser un lugar de formación del más alto nivel. Yo hablo con médicos veteranos, incluyendo a mi amigo y compañero de generación, el cirujano pediatra Raúl Astudillo, que escribió un ensayo muy bien puesto, donde destaca que los tiempos han cambiado, hace unas décadas no habían los problemas que existen hoy y por eso tenemos tan buenos médicos. Tenemos que resolver el asunto de la calidad del servicio del H.U.V. porque eso puede afectar la formación que tengan nuestros estudiantes en la actualidad.
D.H: Otro tema muy importante es el de la cultura y las comunicaciones en la Universidad del Valle, ¿qué piensas de la propuesta aplazada para que tengamos una estrategia multimedial que conjugue todos los medios y todas las potencialidades culturales que tenemos?
E.V: Eso está en mi propuesta. Creo que la universidad debe aprender de otras experiencias, por ejemplo, Unimedios de la Universidad nacional que funciona muy bien, también la de Antioquia ha hecho un trabajo en la dirección correcta. Nosotros tenemos una estructura muy fragmentada, tenemos todos los medios trabajando cada uno por su lado. Tenemos una emisora y un canal, que está bien que los administre la Fundación para darles sostenibilidad, pero yo no creo que el canal deba dirigir académicamente la emisora, espero que el rector, no el director de la Fundación, nombre al director de la emisora, y que el director del canal lo nombre el rector, obviamente consultando las escuelas que tienen que ver con estos sistemas: Comunicación social y otras. Hay que devolverle a la academia los medios. La universidad tiene la fundación, manteniendo el punto de vista de que la fundación los administre, porque el derecho privado ayuda muchísimo en estos campos y a eso no me opongo. Creo que el Periódico La Palabra hay que repotenciarlo y convertirlo en el periódico institucional de la Universidad del Valle, y hacer un híbrido: una parte que es el taller formativo que hoy funciona, la cual pueda ser un suplemento o una sección del periódico para que ustedes sigan escribiendo, no los quiero sacar de aquí, Edgard Collazos los puede seguir dirigiendo porque tiene toda la capacidad, pero estimo que el periódico debe de tener un equipo de periodistas de alto nivel, para que se convierta en el gran periódico nuestro, y así tengamos la capacidad de que esta idea tan brillante que fue el periódico La Palabra se repotencie. Hay que redefinir qué vamos a hacer con Campus, la página web de la universidad y todo el tema visual, digital, virtual de expresión de Univalle; los canales de televisión, la productora, el Centro Virtual Isaacs, todo eso debe estar en un paquete que se estructure como un corporativo, (excúsenme el lenguaje administrativo), que tenga una dirección unificada, que tenga la posibilidad de hacer sinergia, eso no lo tenemos hoy y la universidad es una institución que no es muy visible, obviamente diferenciando la comunicación interna, lo que hacemos para los estudiantes y profesores, para nuestra comunidad, los egresados y lo que es entonces el comunicar, informar e interactuar con la sociedad en pleno.
El primer periódico universitario del país fue La Palabra, esa idea fue copiada y mejorada por otras universidades, nosotros nunca estuvimos en la decisión de si hacíamos algo complementario a La Palabra, que yo creo que de todas maneras se vuelve bastante complicado, o algo integrado que es lo que considero podemos desarrollar. Pero una unidad de medios y comunicaciones con una dirección unificada que centralice y coordine una articulación mayor de las unidades académicas y de los expertos y de todo el que quiera participar es algo muy importante, Hablaba con doña Amparo Sinisterra de Carvajal hace un par de meses, ustedes saben que ella tiene una emisora cultural muy importante, y le decía “quiero que si me eligen rector usted nos ayude para que la emisora de la Universidad del Valle sea plenamente una emisora cultural”. Emisoras comerciales puede haber todas las que quiera pero no hay derecho a que la nuestra se vuelva comercial. El tipo de programación de una emisora universitaria, el tipo de programación de un canal universitario no es el de un canal comercial, son complementarios, en el mundo hay canales universitarios como los mejicanos, los brasileros, los franceses que son de una calidad impresionante, y yo creo que nosotros debemos aspirar a uno de ellos. Tengo claro que se requieren recursos de inversión para mejorar el Canal Universitario y que se requieren recursos para financiar una política de medios y ese es un tema que con el vicerrector administrativo y con el equipo de rectoría estamos analizando en el plan de inversiones del 2015, el cual vamos a revisar con el Consejo Superior en enero del 2016, no ahora porque hay demasiados temas en la agenda y porque debemos estudiarlos con bastante detalle. En las universidades pasa parecido a lo que pasa con las alcaldías y gobernaciones, el acalde o gobernador recibe el presupuesto ya aprobado, que es una cosa absolutamente incongruente en Colombia. El presupuesto de la universidad lo vamos a llevar al último Consejo Superior, pero un rector en una semana no cambia el presupuesto que ya está aprobado, le puede hacer algunos ajustes menores, así que yo tengo mis reparos frente a la manera como se presupuesta y se asignan los recursos en la universidad, en la medida en que pueda hacer cambios lo haré, en el Plan de Inversiones también, respeto mucho al superior que lo aprobó, pero cada rector elegido con su programa tiene todo el derecho a reorientar las inversiones de la universidad y en el caso concreto que hablas tú, yo creo que es muy importante fortalecer que haya recursos para que pueda haber política de medios, simplemente con la voluntad o con la estructuración organizacional no se logra todo, se logran pasos importantes pero eso no es suficiente.
"El H.U.V. lleva cincuenta años o más haciendo lo mismo y es una institución de formación, o sea, si los estudiantes de pregrado y de las especialidades y de las residencias de distintos campos aprenden, entonces esto no se puede perder, el hospital tiene que ser un lugar de formación del más alto nivel”
D.H: Eso se liga, como pasos previos, para algo que también planteaste, el tema de la responsabilidad social, de la extensión, de la proyección a la sociedad, para que la Universidad del Valle tenga una vicerrectoría de extensión y responsabilidad social con sus respectivas vice decanaturas con las facultades.
E.V: Sí, la universidad tiene larga experiencia en extensión y en asesoría y consultoría, hemos tenido épocas muy buenas de ese trabajo pero creo que en los últimos años hemos perdido terreno, si en algún lugar hemos perdido terreno es en la extensión. En el tema Educación continuada, las universidades vecinas como la Javeriana, la Icesi, la San Buenaventura, incluso la Libre y la Santiago tienen mucha más extensión proporcionalmente hablando de tamaño de lo que la propia Universidad del Valle tiene. Aquí vienen de los Andes a hacernos maestrías relocalizadas y cursos de altas gerencia, en el campo en que yo trabajo. Recientemente la Universidad Externado vino y le dicto un seminario de Prospectiva a la dirección media de Cali, y nosotros tenemos Instituto de prospectiva en Cali y no lo hemos podido hacer, no había manera de hacerlo desde el punto de vista normativo, y digamos “otros invaden nuestra cancha” para colocar cosas gráficas. Yo sí creo que allí hay un tema crítico, la universidad tiene fragmentado el sistema y en algunas facultades hay vice decanatura de extensión pero algunas son muy débiles, otras dependen de la persona que ocupe el cargo. Se requiere un modelo mucho más sisté- mico, yo lo he propuesto, creo que debe estructurarse como una gerencia de proyectos que se relacione con demandas de las empresas, de la sociedad, del sector público, las estructure y luego construya formas de operarlas, en algunos casos con equipos entre varias facultades en proyectos muy grandes, doy ejemplo de uno que hicimos que fue el Plan Talentos, realizado en varias facultades en la alcaldía de Jorge Iván Ospina y funcionó bien desde el punto de vista de gestión articulada, pero en otros casos no ha ocurrido igual, por ejemplo muchos de los temas de regalías, cómo estructurar los proyectos de regalías para sumar varias facultades, ahí se han presentado problemas delicados para la ejecución pero en resumen yo sí creo que una vicerrectoría de extensión nos ayudaría muchísimo. La dirección de extensión no debe seguir adscrita como una dependencia de nivel medio a la vicerrectoría académica. Igual pienso con relaciones internacionales, yo considero con Felipe García, quien la está dirigiendo, que esa debe ser una dependencia de relaciones internacionales adscrita a la rectoría y con un vuelo muy grande para que pueda trabajar con mayor capacidad institucional los temas de internacionalización. En extensión yo creo que la vicerrectoría es una buena idea. Aclaro, porque hay gente que critica, no es una estructura burocrática que le incremente costos a la universidad, es una estructura para mejorar nuestra proyección y para conseguir más recursos.
D.H: Esta es una región que hace parte de la Cuenca del Pacífico - el escenario del desarrollo mundial en el siglo XXI, con China, India, Corea y Japón jalonando – y ya la tenemos como región actividades importantes en relación con el Pacifico, ¿cómo la Universidad del Valle debe situarse en esa vocación en ese contexto geopolítico? ¿Cómo ves la vinculación de esta región con el gran escenario de desarrollo mundial en el siglo XXI?. E. V: Este tema lo trabajé para el proyecto Valle del Cauca 2032 que adelantó el Instituto de Prospectiva. Acuñamos una categorización espacial que es sur-pacifico, porque al hablar del sur incluimos parte de la Orinoquia y Amazonia que tiene que ver con nosotros, los departamentos del Huila, Caquetá, Putumayo o sea la otra vertiente de la Cordillera Central que es al mismo tiempo la región donde más conflicto armado ha habido; si uno mira el mapa de la guerra y la precedencia de las dos partes de los últimos quince años, las FARC se volvió una guerrilla del centro-sur del país, con una presencia muy débil en la costa Caribe, muy concentrada en el Cauca, en el Caquetá, en el Putumayo, en el Huila, sur del Valle, Pradera y Florida, en toda esta región y al mismo tiempo es la región de lo que se llama post conflicto o post acuerdo. Yo creo que la Universidad debe tener un liderazgo sobre el Sur Pacífico; lo conversé el viernes con el rector de la Universidad de Nariño, nos dice que está interesado en continuar la cooperación entre Univalle y la Universidad de Nariño. Con Unicauca, por ejemplo, tenemos un trabajo consolidado, en el Putumayo no hay Universidades, pero hay instituciones tecnológicas como el instituto de perspectiva, el cual ha venido haciendo un trabajo, la Universidad Subcolombiana que está en Neiva, la Universidad de la Amazonia que está en Florencia son pares naturales, la Universidad del Pacífico aquí en Buenaventura con los cuales podemos construir una red de Universidades públicas que hacen parte del SUE (Sistema Universitario Estatal) para Universidades públicas con el ánimo de trabajar la agenda Pacífica que es todo el Chocó Biogegráfico e incluso llega hasta el Cauca, Nariño y el Valle mismo, yo creo que el liderazgo científico-acadé- mico de esta región desde el punto de vista de Universidad pública lo tiene la Universidad del Valle y creo que hay que proyectarlo así, un trabajo de la Universidad con los gobernadores, alcaldes, con los actores empresariales, con los congresistas en la región Sur-Pacífico y muy en concreto en esta misma coyuntura mirando el tema del post conflicto y la participación de las Universidades en este asunto , y por otro lado, en los temas económicos de competitividad, ahí creo que es muy importante subrayar que nosotros necesitamos potencializar muchísimo a Buenaventura como eje del trabajo académico, científico e investigativo, hace falta que la Universidad pública, el gobierno nacional y los gobiernos territoriales creen nodos de investigación, que fortalezcan las potencialidades de Buenaventura, incluso ellos sienten cuando uno va desde Cali, que uno llega de colonizador, llega un blanco de Cali a decirles lo que toca hacer; yo les ayudé a hacer la reforma administrativa y todo el tema de ley de distrito y entonces nos preguntaban qué tanta gente de Buenaventura estaba involucrada en el proceso, habían unos, y claro es una especie de colonización. Yo creo que hay que trabajar muchísimo en Buenaventura y Tumaco, Quibdó las ciudades del litoral, para que ellos tengan capacidades y ese es un trabajo de cooperación que la Universidad debe liderar.
"En extensión se requiere un modelo mucho más sistémico, creo que debe estructurarse como una gerencia de proyectos que se relacione con demandas de las empresas, de la sociedad, del sector público, las estructure y luego construya formas de operarlas, en algunos casos con equipos entre varias facultades en proyectos muy grandes”
D.H: Creo que es bueno explicarle a la comunidad universitaria ¿Cómo va a ser la relación que vas a mantener, primero con los organismos del estado, la gobernación, la alcaldía, el gobierno nacional por supuesto, pero también con sus élites políticas y empresariales? Este punto es fundamental pues aquí muchos piensan que un rector es ajenos a esas realidades; que no tiene nada que ver con lo político, ni con directivos empresariales, ni con ministros, ni con parlamentarios, para administrar una máquina como de las dimensiones de Universidad del Valle, la tercera en importancia en el departamento desde el punto financiero y la primera en su impacto cultural y científico.
E. V: Yo sé que hay gente que me critica porque conozco políticos, soy amigo de algunos, les he enseñado a muchos que han pasado por las aulas de las maestrías y especializaciones de la Universidad. Esto no tiene nada de negativo, al contrario, es un capital positivo que tenga como rector, como profesor e investigador buena relación y conocimiento y articulación fluida con líderes empresariales, no sólo políticos de Asocaña, la Federación de Cafeteros, las Cámaras de Comercio, el Comité inter-gremial, el Bloque parlamentario, la Asamblea Departamental, las Alcaldías, entre otros organismos. Asisto hace varios años al bloque de congresistas y he podido interactuar con los líderes empresariales de la región, con la Cá- mara de Comercio no sólo de Cali, la de Palmira, Buenaventura. Tengo una relación fluida con muchos de los líderes empresariales de la región y, por supuesto, por su liderazgo público a la nueva gobernadora Dilian Francisca Toro y al siguiente alcalde Armitage, el alcalde de Palmira Jaime Ortega Samboní y otros; creo que eso ayuda con los ministerios y los congresistas a que haya una persona que se dice coloquialmente “le pasen al teléfono”, que no tenga que esperar cuatro meses a que me atienda un funcionario o un empresario, al contrario, lo que he percibido en esta semana y media que llevo de Rector, es que hay muchos empresarios y líderes públicos que quieren trabajar con la Universidad o que conociéndome previamente ven la oportunidad de traer proyectos para que la Universidad los desarrolle, en ese sentido yo creo que es positivo. Obviamente, como lo he dicho en distintas entrevistas, esta es una relación que se basa en la autonomía y en la independencia, la universidad debe seguir siendo autónoma, no debe ser interferida por los intereses de las élites políticas y tampoco por las élites empresariales, nosotros debemos mantener independencia, pero debemos mantener una relación fluida, por ejemplo para trabajar agendas. Un tema como el post conflicto no se puede hacer sin los empresarios, porque ellos tienen un papel importante, les doy un ejemplo de una reunión en estos días sobre reinserción o reinsertados, ¿están dispuestos los empresarios a que los guerrilleros de las FARC vayan a sus empresas? Mauricio Armitage por ejemplo, ustedes saben que lo secuestraron dos veces, y él a sus secuestradores los tiene en su empresa, los que directamente lo secuestraron los tiene de empleados, son seres humanos, detrás de un guerrillero o un paramilitar hay un ser humano, uno no puede tener esas lógicas de blanco y negro porque si no nunca vamos a encontrar la paz. El empresariado es clave, puede ser catalizador o mediador para resolver conflictos y lograr que intereses contrarios se vuelvan convergentes, al igual que en el sector público yo creo que hay una potencialidad muy grande, en la universidad con sus sistema de sedes regionales, creo que este tema de la relación con los actores públicos y privados es muy importante desde las sedes y es el papel que puede entregar las fundaciones de las sedes, que hasta ahora han sido solo para mediar laboralmente, contratación de profesores y empleados modelo que se va a acabar, eso no significa que se acaben las fundaciones, no que sean capaces de volverse vehículos de comunicación con el sector público y privado en las regiones. Yo conozco bien la fundación de Yumbo porque fui miembro, vicerrector administrativo durante cinco años y ahí está la empresa, está la alcaldía y esa fundación ayuda muchísimo, fue importantísima para hacer el edificio que se inauguró hace poco con inversión en la alcaldía para consolidar el campus, una coinversión que no son platas de la universidad, sino del Municipio, muy influido por la decisión que tuvo la fundación de Yumbo de apoyar este proceso, entonces sí me parece que se pueden hacer muchas cosas desde la relación positiva con las elites políticas y empresariales, usted que trabajó con las élites sociales y culturales, o sea el liderazgo popular y comunitario sabe que no puede dejarse de lado, Univalle tiene una enorme relación no muy visible porque no la agenciamos pero yo sé que unidades académicas como Trabajo Social, Sicología, Literatura, Filosofía, Historia, Música, para citar algunas, tienen un trabajo larguísimo con comunidades, con líderes comunitarios, lo que llaman Sociedad Civil, ese es un capital muy importante que también lo tenemos que aprovechar para fortalecer mucho más el papel de la Universidad en la región y la sociedad.
Alejandro Salazar (Estudiante y Coordinador de redacción de La Palabra): Tengo dos inquietudes, la primera es acerca de la enseñanza de un segundo idioma, en Univalle tenemos cursos para lectura de textos académicos en inglés y estos no propician que los egresados de Univalle tengan ese Plus con el que si cuentan otras Universidades en pro de la competitividad. La otra inquietud está relacionada con las maestrías y doctorados, la Icesi por ejemplo abrió recientemente su maestría en Periodismo y nuestra universidad no está ofreciendo nuevas alternativas en cuanto a posgrados se refiere estando capacitada para hacerlo, ¿Qué tiene que decir usted al respecto?
E. V: Empiezo por el segundo punto, estoy convencido desde mi facultad, donde impulse muchos programas de especializaciones en postgrado y había unas restricciones muy fuertes, y una cultura institucional muy negativa para estos nuevos programas en la Universidad, te doy ejemplos maestría en Gestión de proyectos bajo el liderazgo del profesor Leonardo Solarte que es un experto internacional en la materia, cuatro o cinco años en la DACA y no ha podido salir adelante. Esto tiene que cambiar sino acabamos rezagados, la Universidad tiene que ampliar la oferta de Maestrías, aspiro que al final de los cuatro años en que voy a estar como rector, que el 20% de los matriculados de esta Universidad sean estudiantes de posgrado, un salto muy grande, y he dicho que las grandes Universidades son universidades de Postgrado, donde hay una gran masa de estudiantes de maestrías. Considero que la Universidad tiene que renovar su oferta en postgrados, también en pregrado, hay pregrados que tienen otras Universidades que no tenemos aquí, creo que en ese sentido nosotros tenemos que transformarlo, Liliana Arias como vicerrectora académica tiene muy claro este tema, lo mismo el profesor Juan Manuel Barraza que es el actual director de la DACA, son personas muy competentes, Claudia Payan también, es decir el equipo que está en la Vicerrectoría Académica tiene muy claro lo que considero debe hacerse y que estoy seguro en eso vamos a dar un giro positivo, porque nosotros no podemos estar perdiendo nuestros estudiantes como en el caso tuyo, porque en otras Universidades de las regiones están ofertando cosas en las que nosotros siempre hemos sido más fuertes, pensemos que muchos de los directivos y egresados nuestros estén dando clase en otras Universidades, de hecho nosotros como una institución grande debemos irradiar todos nuestros saberes, para eso los egresamos, ¿no para que todos trabajen aquí cierto? No se trata de que nosotros tengamos que absorber los egresados de los programas de postgrado, al contrario, entre más haya profesionales de Univalle afuera, mejor estamos haciendo la tarea, ese es un tema en el que tenemos que avanzar.
Y sobre el tema que llaman bilingüismo, estoy de acuerdo contigo y lo discutimos bastante en campaña con Darío y con la gente de Idiomas sobre el asunto, creo que la Universidad no está haciendo bien la tarea en formación de la segunda lengua, yo mismo aprendí inglés y francés por mí mismo, no tengo un diploma o un certificado que diga que hablo inglés o hablo francés, lo aprendí por fuera de la Universidad y de manera autodidacta, luego ya viviendo en otros países, me hubiera gustado aprenderlo mejor, haciendo los cursos aquí en la Universidad del Valle, ahora estoy aprendiendo portugués por del mismo método.
La Universidad requiere un fuerte Instituto de Lenguas Extranjeras, la Icesi tiene uno, igual la Javeriana, nosotros tenemos la idea pero no la hemos concretado, algunos creen que la idea es la construcción de un edificio, lo cual me parce bien, pero yo creo que la universidad tiene que hacer eso, yo fui crítico del convenio que se hizo con el British Council, ahora como rector me toca revisarlo porque me parece bien que tengamos de aliado al British, pero no creo que sea bueno que un organismo privado internacional sea el que de los cursos de formación si aquí hay una Escuela de Ciencias del Lenguaje, pero en Univalle aceptaron que una entidad de estas entrara a sustituir a la Escuela de Ciencias del Lenguaje con lo que estoy totalmente en desacuerdo (que lo coloquen con letras gruesas) creo que es importante tener alianzas para reforzar teniendo una base propia para complementar, pero te voy a dar un ejemplo, una de las mejores universidades públicas en lenguas extranjeras es la Tecnológica de Pereira, conozco con detalle el modelo, tienen ocho o nueve niveles de formación y es una de las que mejor nivel de bilingüismo tiene porque hace quince años el rector de esa época, Luis Enrique Arango, gran amigo mío, con su vicerrector académico y administrativo montaron una escuela con todas las de la ley, incluso mucho mejor que la que tiene el Icesi o la Javeriana, que le da cursos paralelos a los muchachos porque a veces el problema es: cuántas horas de estudio tienen, versus las asignaturas, entonces la mejor manera es que sea un camino paralelo complementario donde el estudiante debe hacer el esfuerzo voluntario, igual que hacen quienes estudian en un sector privado, por ejemplo el Colombo que lo haces en horas fuera de tus clases y con una jornada adicional, no involucrándolo en la cantidad de horas de una carrera porque eso no tiene sentido; nadie aprende idiomas en el trabajo, los ejecutivos aprenden fuera del horario de trabajo, la gente antes de aprender a escribir, aprende conversando como los idiomas que se llaman conversacionales, como cuando llega alguien de otro país, tú lo primero que vas a hacer es hablar no vas a empezar a leer, y perfectamente hay muchas personas que son capaces de hablar, difícilmente leen el enfoque aplicado comunicacional yo creo que es la clave y los expertos de la Escuela de Ciencias del Lenguaje me han ratificado eso, con ellos debemos aplicar la política y con la Facultad de Humanidades, de darle un redireccionamiento al segundo idioma, pero ahí tenemos un retraso muy grande y es a nivel del todo el País, no sé si se dieron cuenta del ranking, estamos en la cola del bilingüismo de América Latina: en México, Argentina y en otras partes lo hacen mucho mejor, por supuesto porque este es un tema que la Universidad no puede resolver sola, este es un tema que se resuelve en la escuela, en los colegios y la formación y la capacidad del sistema público de educación de bilingüismo es muy mala, y aquí hay una enorme discriminación pues los muchachos de los sectores populares salen con un nivel muy bajo en inglés o francés. Cuando se hizo el MIDE que media bilingüismo, siempre decíamos que allí se media de formas diferentes, los muchachos de los Andes todos son bilingües, todos vienen de colegios bilingües y los Andes no agrega nada, eso no es un mérito de la Universidad es la característica poblacional de sus estudiantes, es más, es un mérito que una Universidad pública pueda dar el bilingüismo, porque los muchachos no vienen como dicen los sociólogos: con el mismo capital académico bilingüe. Tenemos mucho por hacer para cambiar esta situación y será uno de mis propósitos durante mi administración, de la mano de los profesores de la Escuela de Ciencias del Lenguaje y la Facultad de Humanidades.