Por: Diego Alejandro Guerrero
Corrían los años cuarenta del siglo XX, cuando Cali era una pequeña ciudad de unos 160 mil habitantes y el Valle del Cauca iniciaba su conversión a potencia agroindustrial de Colombia. Sin embargo, la capital vallecaucana no contaba en ese entonces con una universidad ni los habitantes de la región suroccidental colombiana tenían donde estudiar carreras como ingeniería. Gracias al esfuerzo de un grupo de líderes y visionarios se creó la que hoy es considerada una de las instituciones más representativas de la región: la Universidad del Valle. La universidad se ha consolidado en estos 75 años en buena medida por el esfuerzo mancomunado de directivos, profesores, empleados, estudiantes y egresados.
Se puede decir con certeza que la universidad ha impactado de manera significativa la vida de todos los seres humanos que en ella han confluido, pues gracias a este trabajo que se realiza en conjunto, deja un sello de calidad y de excelencia en la impronta de cada persona vinculada a ella. De forma simultánea, Univalle ha hecho incontables aportes al país en todos los campos: social, tecnológico, científico, político, cultural. En la universidad se desarrollan proyectos culturales con identidad de región, se consolidan proyectos de vida, se acompañan los emprendimientos empresariales, se trabaja por la diversidad y la inclusión social y se genera un pensamiento crítico y reflexivo comprometido con el contexto del país. La Universidad del Valle es, como se afirma en muchos círculos por parte de líderes de opinión y dirigentes de todo orden, el gran patrimonio científico, académico y cultural del suroccidente colombiano.
Esta conmemoración ofrece la oportunidad para hacer una revisión de su historia y de sus contribuciones al desarrollo de la región. El proyecto de la Universidad del Valle se construyó a pulso gracias a la iniciativa, visión y tenacidad de un colectivo de líderes vallecaucanos que creían en esta causa liderados por Don Tulio Ramírez.
Para ese momento, en la década de los años 40, el centro de formación superior más cercano era la Universidad del Cauca, en Popayán, que entonces ya tenía 119 años de creada.
En esa década el Valle del Cauca se afianzaba como una región con un cierto nivel de desarrollo, poseía una relativa y eficiente infraestructura de transporte, un incipiente ensamblaje agroindustrial y manufacturero y una gran vocación agropecuaria. La mayoría de sus habitantes tenía una baja preparación académica y profesional, factor que influía negativamente en el crecimiento del sector industrial. Por este motivo, algunos dirigentes creían que no bastaba solo con apuntar al desarrollo económico e industrial de la región, sino que era necesario capacitar a las personas para que pudieran administrar las nuevas empresas, conocer y adecuar nuevas tecnologías e investigar los productos del agro.
Don Tulio Ramírez en ese momento se desempeñaba como rector del Instituto Antonio José Camacho y presentó la propuesta para crear en Cali el primer centro de educación superior. Esta iniciativa fue acogida por un grupo de vallecaucanos liderados por el Doctor Severo Reyes Gamboa, director de Educación Departamental y por la Cámara de Comercio de Cali, entidad que venía solicitando a la Asamblea Departamental la creación de una Facultad de Enseñanza Comercial e Industrial.
Como muchas de las grandes apuestas institucionales y sociales, esta idea generó escepticismo: algunos creían que por las condiciones de la ciudad no prosperaría en ella una institución de educación superior, creían que el clima cálido de la ciudad sería un factor adverso, lo que sumaban factores como la falta de tradición y la carencia de profesores.
Sin embargo, esta iniciativa fue acogida por la Asamblea Departamental. En esta corporación se expidió la Ordenanza 12 del 11 de junio de 1945, mediante la cual creó la 'Universidad Industrial del Valle'. El 15 de septiembre de ese año se abrieron las matrículas en el salón de sesiones de la Asamblea Departamental y el lunes 29 de octubre la Universidad Industrial del Valle inició formalmente labores, con 160 alumnos.
Varios edificios del centro de Cali alojaron los salones de clases, los cuales se trasladaron tiempo después al claustro de Santa Librada.
Una de las tareas más difíciles en esa época fue conseguir profesores de educación superior, razón por la cual algunas cátedras fueron impartidas por empresarios del Valle y de Bogotá. En ese momento, las clases iniciaron con la Escuela de Comercio Superior y Administración de Negocios y la Facultad de Agronomía, a las que se anexó la Escuela de Enfermería que funcionaba en Cali desde 1920. Años después surgieron las facultades de Química Industrial, Ingeniería Eléctrica, Arquitectura y Medicina.
Esta orientación con programas académicos vinculados con el sector productivo se debe a que en ese momento la región, y especialmente el eje metropolitano Cali - Yumbo, vivía una segunda fase de desarrollo industrial, caracterizada por la producción de bienes intermedios y por la inversión extranjera. En el contexto internacional se vivía una coyuntura económica debido a la posguerra. En 1954 la institución adoptó el nombre de Universidad del Valle.
En la actualidad Univalle cuenta con las facultades de Ciencias de la Administración, Salud, Ingeniería, Humanidades, Ciencias Naturales y Exactas, Artes Integradas y Ciencias Sociales y Económicas, así como los Institutos de Psicología y de Educación Pedagogía. Sus actividades académicas se desarrollan en dos sedes en Cali, ubicadas en los barrios de Meléndez y San Fernando, además de nueve sedes regionales: Pacífico, Yumbo, Palmira, Zarzal, Cartago, Caicedonia, Tuluá, Buga y Norte del Cauca.
La Universidad cuenta con cerca de 32 mil estudiantes, más de 105 mil egresados, tiene registros de 267 programas académicos, de los cuales, 132 corresponden a pregrado y 135 a posgrado. Su proporción de programas de pregrado con acreditación de alta calidad es de las más altas de Colombia; además cuenta con doctorados en diversas áreas del conocimiento.
Los esfuerzos en materia de generación de nuevo conocimiento la han consolidado como una institución con vocación de investigación, como se evidencia en los resultados del ranking U-Sapiens 2020-1, realizado por la firma de consultoría Sapiens Research, que posiciona a la Universidad del Valle como la tercera en Colombia, precedida por la Universidad Nacional de Colombia y la Universidad de Antioquia, sitial que ha mantenido los últimos cuatro años.
Son muchas las apuestas de institución para seguir consolidando y fortaleciendo su presencia en la región. Las directivas universitarias, en cabeza del Consejo Superior, adelantan esfuerzos para la modernización de la infraestructura física, así como de dotaciones para la investigación y la formación. En este sentido se realizó uno de las inversiones más altas de la historia institucional, superando los 70 mil millones de pesos, representada en múltiples obras, tanto en las sedes regionales como en Meléndez y San Fernando en Cali. Entre las obras más importantes figuran: la nueva Sede Zarzal, el edificio de Ciencias de la Computación en Meléndez, la adecuación de la sede Norte del Cauca, el nuevo Centro Deportivo en San Fernando, entre otras.
Por otra parte, el rector Edgar Varela Barrios, acompañado de su equipo directivo, adelanta acciones para llevar formación pertinente y de calidad en coordinación con los municipios como Sevilla y Jamundí para hacer apertura de nodos de la universidad, llevando formación de pregrado de cara a las necesidades particulares de cada municipio.
En estos 75 años de historia de la Universidad del Valle son muchos los colombianos que ayudaron a forjar el desarrollo de la institución y que dejaron huella en las aulas universitarias, auditorios, laboratorios y en cada uno de los campus. Profesores destacados, pensadores, artistas, investigadores, científicos, humanistas, maestros preclaros, dirigentes y líderes, han orientado la formación de miles de hombres y mujeres y han aportado sus saberes a la región y al país.
Cada fase y cada proyecto de alto impacto del desarrollo regional han estado acompañados o influidos por la Universidad del Valle a través del aporte cotidiano de sus docentes, grupos de investigación y egresados. En la labor de enseñanza, en el aporte de sus investigadores y en el compromiso de sus estudiantes está impresa su vocación de excelencia.
En estos 75 años la Universidad del Valle reafirma su compromiso institucional para seguir generando conocimiento con formación de excelencia académica y de calidad. Directivas, docentes, empleados, trabajadores, estudiantes y egresados seguirán trabajando para que Univalle, como uno de los patrimonios más valiosos del suroccidente del país siga forjando la historia del Valle del Cauca, del Pacífico y de Colombia.